Plan Perú, para su segundo Plan Estratégico de País (CSP II 2006 – 2013) realizó consultas a través de encuestas, grupos focales y entrevistas a profundidad, a una muestra representativa de niños, niñas y adolescentes, así como a otros actores como padres, docentes, líderes comunitarios y autoridades del gobierno en Piura, Lima y Cusco, encontrando que todos coincidían en que uno de los problemas más importantes que deberían ser abordados en los próximos años, tiene relación con la violencia, expresada en maltrato tanto a mujeres como a niños. Más aún, se considera que el maltrato físico a los niños es una forma de corrección que se repite de generación en generación, siendo censurable sólo el castigo “exagerado”.

Según información recogida por el encargado del Secretario General de las Naciones Unidas, en el marco del Estudio Mundial sobre Violencia contra Niños, se reporta que de cerca de los 11 millones de niños, niñas y adolescentes que existen en Perú, más de un tercio son víctimas de maltrato[1]. Asimismo, un estudio del Ministerio de la Mujer[2] realizado en centros educativos del distrito de Cusco y del distrito limeño de San Martín de Porres, con niños, niñas y adolescentes (entre los 9 y 17 años), registra que el 82.2% de los niños y el 78.4% de los adolescentes sufre algún tipo de maltrato físico y/o psicológico en el hogar y/o centro educativo.

Si bien es cierto que el maltrato a los niños se da en todos los espacios donde se desarrolla (hogar, escuela y comunidad), el presente proyecto se centra en el maltrato físico que se produce en las Instituciones Educativas por las consecuencias que ello genera: disminuye y baja el rendimiento escolar e incrementa la repitencia; produce desmotivación en los estudiantes, aumenta la pérdida de interés en el estudio, se disminuye el desarrollo de habilidades y competencias para su edad; se crean condiciones para la marginación y exclusión social; se genera atraso en el inicio de la secundaria; baja su autoestima al sentirse humillados, rechazados y disminuidos.

La intervención se propone en Lima, Piura, Cusco y Cajamarca, al año 2011:

– Desarrollar acciones de sensibilización y capacitación destinadas a lograr que los estudiantes, en su Institución Educativa, reciban un trato acorde con su dignidad y permitan su desarrollo integral, previniendo el abuso físico y todo tipo de discriminación.

– Lograr que cada institución educativa elabore un proyecto de Convivencia y disciplina escolar democrática, el cual debe ser incorporado en el Proyecto Educativo Institucional (PEI) y en los planes anuales de trabajo (PAT).

– Sensibilizar y capacitar a escolares, docentes y padres de familia para reconocer el maltrato físico contra los escolares y actúen para prevenirla.

– Hacer incidencia para que los Comités Multisectoriales de Derechos de los niños y adolescentes (COMUDENAS) reconozcan el estado del maltrato físico e incorporen acciones de cuidado y apoyo a las y los escolares afectados por la violencia.

Los resultados esperados por el proyecto son:

– Instituciones educativas han mejorado el clima escolar, ha disminuido el maltrato físico y se ha institucionalizado el buen trato a los estudiantes por parte de los docentes, padres de familia y entre los propios estudiantes.

– Estudiantes y docentes han desarrollado habilidades sociales para reconocer y prevenir el maltrato físico en las Instituciones Educativas.

– Instituciones Educativas cuentan con Defensorías Escolares inscritas, capacitadas y funcionando para promover y vigilar el buen trato a los estudiantes.

– Las COMUDENAS han incorporado a sus planes de trabajo acciones de cuidado y apoyo a los escolares afectados por la violencia y el maltrato físico.

Mayor información: http://docs.google.com/View?id=dcs8tbxs_856fkkzgwd4